La Navidad de los que estamos lejos!

Hace exactamente 4 años escribí un post (click aquí para leerlo - sólo en italiano) sobre mi segunda Navidad fuera de casa, la del 2016. En ese entonces estaba en un bus que desde la Ciudad de México viajaba al Caribe mexicano con otras 44 personas. Una Navidad a solas, por supuesto, pero en cualquier caso fue por elección (aventura, viaje ...). Incluso en los años siguientes, pasé este día especial lejos de mi familia. Ahora, haciendo una rápida cuenta, esta será la sexta Navidad fuera de mi casa. Este año, sin embargo, es un año particular, un año nefasto bajo muchos puntos de vista, porque en mi situación habrá mucha más gente y muchas más familias, debido al Covid-19. Ahora nos han pedido un esfuerzo más para evitar ponernos en peligro a nosotros mismos y a otras personas. Los movimientos (por ocio), los horarios de tiendas y restaurantes fueron limitados, en fin, durante unos días nos pidieron renunciar a un bien personal por un bien colectivo. Nos han pedido que no vayamos a las montañas (en Italia) o que no vayamos a la playa (en México), nos han pedido que evitemos las reuniones familiares por una vez en la vida (con suerte), esas reuniones que en última instancia también nos rompen un poco las bolas (piensen en esa tía que siempre nos pregunta porque seguimos solter@s), seamos sinceros. Pero ya sabemos, los sacrificios no son parte del ser humano, los sacrificios sólo son aceptables cuando otros los hacen. En algún lugar del espacio y del tiempo me gusta pensar que Thomas Hobbes e Immanuel Kant están debatiendo entre ellos los límites de la sociedad contemporánea y la naturaleza determinista del ser humano. Me los imagino discutiendo con fervor, mirando abajo lo que pasa, manos en el cabello, risitas burlonas, y al final los imagino encontrando un punto en común y resolviendo todo así: "Oh bueno, si no lo entienden ellos mismos, ¿qué más podemos hacer? Salud Thom, Feliz Navidad " "Salud amigo, ¡Feliz Navidad a ti y a tu familia también! ". Y por tanto nada, la Navidad de este año será lejana no solo para quienes hemos optado por vivir lejos de nuestras familias, sino también para quienes viven cerca, pero han optado por protegerse a sí mismos y a sus familias. Y quien no decida "quedarse en casa" espero que lo haga con conciencia e inteligencia, sólo para que esos dos ahí arriba, esos dos que se están riendo de nuestra sociedad ahora mismo, piensen que quizás, no está todo perdido... ¡Quizás!
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